Historia del Tarot

La documentación histórica

    El origen histórico del tarot todavía se encuentra sin determinar y al no existir pruebas documentales que avalen su origen egipcio, lo único que podemos afirmar es que la leyenda que pone al Tarot en manos de los antiguos sacerdotes egipcios forma parte de las narrativas esotéricas sobre sus orígenes, constituyendo así su horizonte mítico. El relato mitológico tiene el valor de otorgarle un orígen místico conectando al Tarot con la esfera de lo divino y esa es estríctamente su función.

    Lo que los documentos históricos sí nos permiten construir es la existencia de una antigua costumbre medieval en la que se utilizaban láminas ilustradas con fines educativos, sociales y lúdicos, sobre todo entre las familias más adineradas ya que se trataba de un elemento de lujo, aunque parece haberse difundido en las clases más populares bajo la forma de un juego.

   Pero lo fundamental del recurso iconográfico en esa costumbre era la de expresar las ideas religiosas por medio de imágenes. La costumbre medieval de expresar ideas abstractas por medio de imágenes forma parte de la concepción medieval de la imagen (imago) como símbolo o signo-imagen. La Imago es usada para hacer visible lo invisible, hacer sensible lo que es del orden de lo espiritual, en definitiva, para establecer un contacto, una unión, entre lo humano y lo divino. Por ello parece ser plausible la hipótesis de que el Tarot sea originario de esta costumbre nacida en el cristianismo medieval. De hecho, la imaginería del Tarot es fundamentalmente cristiana aunque su cosmovisión no se corresponda con la del cristianismo oficial ya que contiene también símbolos no cristianos; pero éstos no son egipcios, sólo las modificaciones realizadas por los representntes de la Golden Dawn en sus propias versiones del Tarot introducirán, muy tardíamente, símbolos egipcios en las imágenes del Tarot.


Las Carticellas

  En el año 1227 se encuentra la primera referencia escrita respecto del uso de unas láminas ilustradas conocidas como Carticellas, mediante las cuales los niños italianos eran instruidos en el conocimiento y la práctica de las virtudes. En 1299, se encuentra la primera mención directa de juegos de cartas denominadas Naibis en la ciudad de Siena en un manuscrito de Pipozzo di Sandro titulado Trattato del governo della familia. Mucho más tarde, en 1393 el moralista y educador G. B. Morelli recomienda el uso de los Naibis para la educación de los niños.


Las prohibiciones

  A partir del año 1310 esta fecha empiezan a aparecer en Alemania una serie de prohibiciones que tienen por objeto la práctica del juego de cartas. También en España, en el año 1332, Alfonso XI de Castilla recomienda a sus caballeros que se abstengan de jugar a los naipes. La más notoria de estas prohibiciones en Alemania corresponde a la del padre Johannes quien en el año 1377 refiere la existencia de seis tipos diferentes de barajas, entre las cuales se encuentra una de 78 cartas, lo que marca el claro indicio de tratarse del Tarot. 

Más allá de las referencias anteriores, algunos autores señalan que el primer juego de cartas aparece en 1325 en Alemania, aunque no se trata de un Tarot, sino de reproducciones de escenas de caza y de personajes de la corte.[1]  La primera mención del juego del Tarot se encuentra en Italia en el año 1379 en los archivos de Viterbo, aunque de manera poco precisa.

En 1382 se conoce la existencia de cartas en la ciudad de Lille y, más tarde, en 1398, en la ciudad de París. Las cartas de juego se difunden rápidamente por Bélgica, Italia, España y toda Europa.

 

El Tarot de Carlos VI

   En el año 1381, un notario de Marsella, Laurent Aycardi, al hacer un inventario de los bienes legados por uno de sus clientes, menciona entre sus pertenencias más valiosas un juego de cartas. En 1392, en el Registro de las Cuentas Reales de Carlos VI de Francia se menciona el pago de una alta suma de dinero a Jacquemin Gringonneur por pintar juegos de naipes para el divertimento del Rey. Estos datos dan cuenta que el uso de las cartas estaba reservado solamente a aquellos que podían pagar sus altos costos de producción. 

Tarot de Carlos VI

Durante mucho tiempo se lo consideró como el Tarot más antiguo y se lo identificó con el que fue pintado por Gringonneur en 1392, pero en realidad hoy se sabe que este modelo fue creado a finales del Siglo XV.


El Tarocino de Bolonia

  Se atribuye la creación de este Tarot a Francesco Fibbia, príncipe de Pisa, mientras se hallaba exiliado en Bolonia, donde falleció en 1419 lo que nos sirve de fecha de referencia para ubicar el origen de este Tarot. Se trata de un juego reducido a 32 láminas. Por algunas de las particularidades de los motivos de sus láminas se pone en tela de juicio la fecha de su origen y se propone su creación como posterior a la anexión de Bolonia al Estado Pontificio en 1513. Una alternativa de explicación es que la copia que nos ha llegado sea posterior a 1513, hipótesis que no pondría en cuestión que su creador sea Fibbia. 

Tarocino de Bolonia


El Tarot Visconti-Sforza

  Entre 1432 -año en el que contraen matrimonio Francesco Sforza y Bianca María Visconti- y 1466 -año de la muerte del duque de Sforza-, se pintaron las 78 láminas del Tarot conocido como Visconti-Sforza; pero si tenemos en cuenta sus emblemas y símbolos heráldicos posiblemente se pueda señalar más exactamente el año 1450[2] o 1445, y muy probablemente sea el más antiguo de los que se conservan en buenas condiciones y prácticamente completo.

Tarot Visconti-Sforza


El Tarot de Mantegna

   En la ciudad de Ferrara (Italia), entre 1460 y 1465 (o 1470 y 1475) -esta diferencia es establecida por algunos autores[3] y puede deberse a que fue creado en dos series de cartas- se atribuye al famoso pintor Andrea Mantegna el grabado sobre planchas de cobre del original de un juego de 50 cartas conocido como el Tarot de Mantegna. Aunque un estudio realizado por Giordano Berti en el año 2006 ha determinado que no es una obra de Mantegna; también se ha señalado como presunto autor a Baccio Baldini (por ello se las conoce como Las Cartas de Baldini), pero no se puede probar que sea su autor. También se ha atribuido su creación a Francesco de Cossa. En 1488 se realiza una copia coloreada del mismo resultando mucho más bella que el original monocromático. Sus láminas ilustraban profesiones. virtudes, artes, ciencias y astros. Se trataba de un juego educativo y es un precedente en la utilización de cartas para la educación de niños de clases altas. Si bien se lo llama Tarot, no es ta, sino que se relaciona con las Carticellas, que desde el Siglo XIII se usaban en los principados italianos para educar a los niños nobles.

Tarot de Mantegna o Cartas de Baldini (original monocromático)

Tarot de Mantegna o Cartas de Baldini (versión coloreada de 1488)


Los sermones De Ludo Cum Aliis

   Los sermones De Ludo Cum Alis, es un manuscrito escrito en latín que debemos ubicar entre los años 1450 y 1480 (según uno de sus investigadores, la fecha más temprana que podría atribuírsele es el año 1470). El manuscrito contiene una lista de los 22 Arcanos Mayores dentro de una serie de sermones destinados a condenar los juegos de azar, entre algunos otros temas. Por el contenido de uno de sus sermones, se puede conjeturar que fueron escritos por un monje Franciscano y por el orden numérico que se le atribuyen a los arcanos mayores, se puede afirmar que corresponde a la tradición de la ciudad de Ferrara en Italia. Los sermones hacen referencia a tres tipos de juegos: los dados, las cartas y los "triunfos", por lo que constituye una referencia muy precisa al Tarot. Refiriéndose a los triunfos del Tarot afirma:

"En cuanto al tercer juego de este tipo, conocido como Triunfo, no hay nada en el mundo que pertenezca a juegos tan odiosos a Dios como este juego de Triunfos. Parece, de hecho, que contiene toda deshonra a la fe cristiana, tal como se manifiesta en cada una de sus láminas. Se dice y se ha creído que los triunfos, así llamados, fueron nombrados así por su inventor el diablo porque ningún otro juego triunfa sobre la destrucción del alma como en éste. En el cual no sólo son Dios, los ángeles, los planetas y las virtudes cardinales desigualmente colocados y nombrados, sino que las verdaderas Luces del Mundo, es decir, el Papa y el Emperador, también son forzadas, lo cual es absurdo, y es la mayor desgracia para los cristianos entrar en este juego. Los 21 triunfos son de hecho los 21 escalones de una escalera que llevan a las profundidades inferiores."

Respecto de la Papisa comenta "¡Oh miserables!, lo que la fe cristiana niega."

Lista de los arcanos mayores en Los Sermones De Ludo Cum Aliis


La Lámina Cary

   La Lámina Cary es una sola hoja que muestra la impresión de varias cartas que por primera vez coinciden con el modelo de Tarot que se acabaría imponiendo con el tiempo, el de Marsella (Francia), aunque probablemente esta lámina fue producida en Milán (Italia) hacia el año 1500 y luego llevada a Francia. Actualmente esta hoja pertenece a la Colección Cary (Biblioteca Universitaria de Yale en Conecticut, Estados Unidos) y el nombre pertenece al donante que la llevó a dicha universidad. La iconografía es muy similar a las que pertenecen el llamado Tarot de Marsella, que empezó a fabricarse en masa, mediante bloques de madera, y pintados a mano alrededor del 1700. Su importancia en la historia del Tarot es vital, puesto que para muchos estudiosos es el eslabón más sólido para demostrar la relación existente entre los Tarot italianos del siglo XV y los franceses de los siglos XVI y XVII. Podría decirse que sería un puente entre las barajas italianas y las francesas.

Lámina Cary (Universidad de Yale)


La Minchiate Florentina

  Cuando se inicia el siglo XV aparece en Florencia un Tarot ampliado conocido como Minchiato, ya mencionado por Aretino en 1543 con el nombre de Germini, alcanzando un gran éxito en Italia y extendiéndose hasta Alemania y Francia. Constaba de 97 cartas y en algunas de sus láminas los motivos muestran una transición entre el Tarot de Visconti-Sforza y el Tarot de Marsella. Consta de 56 arcanos mayores y 41 arcanos menores, por lo que tiene 19 arcanos mayores extra, entre los que se encuentran los doce signos del zodíaco. Otra particularidad es que combina signos alegóricos y míticos, como es el caso del Centauro, y animales como el erizo y el gato. Se considera una línea extinguida del Tarot y una muestra de cómo debieron ser las barajas anteriores, hoy perdidas. El primer mazo de Cartas de Tarot Minchiate Etruria del que se tenga noticia fue editado en 1725. Dos reediciones florentinas, los Minchiate Fiorentini, vieron la luz en 1790 y 1820. Pero con la revalorización del Tarot propiciada a principios del siglo XX por las sociedades ocultistas, este mazo fue dejado de lado por considerarlo carente de interés. Desde entonces sólo había captado la atención de algunos artistas, más interesados en recrear la belleza de las antiguas Cartas de Tarot que en sus poderes de adivinación. Su uso inicial fue con fines de entretenimiento en la Edad Media, el cual devino posteriormente en adivinatorio.

Tarot Minchiato


El Tarot de París

   Su aparición es indicada a principios del Siglo XVII pero no se le atribuye una fecha determinada. Se lo considera como el más antiguo que se conserva completo y es de autor anónimo ya que su nombre fue borrado de las cartas en las que aparecía. Este Tarot consta de 22 arcanos mayores y 56 menores, parece ser una copia realizada apresuradamente de una baraja anterior más elaborada, recogiendo así características de antiguos Tarot que quedaron en desuso. A pesar de que este Tarot tiene origen italiano se impuso rápidamente el modelo provenzal (y su nombre correspondiente), hasta el punto de ser exportado a la misma Italia. Actualmente se encuentra en la Galería de Grabados de la Biblioteca Nacional de París.

Tarot de París


Los Tarots Pre-Marsella

   Durante el Siglo XVII en España, Francia, Alemaña, Flandes e Italia la impresión de cartas estaba prohibida, razón por la cual las láminas eran pintadas a mano. En 1631 se levanta el veto en Francia y las barajas serán producidas con xilografía (estampación a partir de moldes de madera) dando origen al Tarot de Marsella. De entre las barajas que inspiraron el modelo clásico y aún se conservan, destacan las de Jacques Vieville y Jean Noblet, las dos fechadas en 1650 y realizadas por estampación industrial.

Tarot de Jacques Viéville 

Tarot de Jean Noblet


Tarot de Mitelli

    El artista Giuseppe Maria Mitelli en 1664, utilizando la técnica del grabado, crea una versión artística del clásico diseño del Tarot Boloñés (Tarocino de Bolonia) para los Bentivoglio, una familia noble de Bolonia. Este noble origen puede explicar su detallada y elegante imaginería y como todos los Tarots de Bolonia ninguna carta tiene titulo o numero. Su singularidad consiste en que Mitelli alteró notablemente las representaciones normales de los triunfos. Por ejemplo, las figuras de los Papas (masculino y femenino) se convirtieron en dos Papas barbudos, uno sentado y el otro de pie, este último probablemente, entendido como el Patriarca de Oriente. El Emperador y la Emperatriz están representados como los soberanos de Oriente y Occidente o El Principe y El Emperador. El Ahorcado es sustituido por un hombre que golpea a otro con un martillo de herrero. El Ermitaño se transforma en un anciano angel, el Tiempo, apoyado sobre muletas. El Sol y la Luna, artísticamente elaborados, se convierten, respectivamente, en Apolo, el mitológico dios griego, y en Diana, la mitológica divinidad romana.  

Tarot de Mitelli


El Tarot Flamand Vandenborre

   La atribución de la fecha de su creación varía sensiblemente según las fuentes entre 1755 o 1770, arbitrariamente decidimos registrarlo en la primera por ser anterior a la definición del Tarot de Marsella. Se trata de un juego de cartas que sigue el estilo del Tarot Belga de Vandenborre, derivado de diseños Italianos, franceses y suizos. Al igual que en muchas barajas antiguas, las cartas que siguen el modelo marsellés están invertidas especularmente, probablemente por realizar las planchas de impresión copiando directamente de las cartas. Las ilustraciones presentan variantes en las cartas de las esferas celestes y La Torre, y sobre todo en las cartas del Papa y la Papisa que aquí son sustituidas por el dios Baco y un espadachín español respectivamente. Estas dos imágenes papales fueron muy perseguidas por atacar el dogma de la iglesia, por eso a lo largo de la historia han sido alteradas repetidas veces.

Tarot Flamand Vandenborre


El Tarot de Marsella

   El tarot de Marsella se empieza a gestar a partir del año 1701 con las impresiones de Jean Dodal, fijándose el estilo inaugurado por el tarot de Jean Noblet en 1650 y que perdura hasta hoy en la mayoría de los tarots que conocemos, aunque existen dos versiones diferentes de este modelo (ver EDICIONES). El Siglo XVIII fue una época de abundante creación de diferentes imágenes y en ellas podemos encontrar el patrón que ha llegado hasta nuestros días aunque existen algunas variaciones mínimas teniendo en cuenta las diferentes tradiciones que los maestros carteros siguen en sus impresiones. Para comprender el origen del Tarot de Marsella es necesario puntualizar un aspecto destacado por Emilio Salas:

"Un hecho curioso es que a pesar del origen italiano del tarot se impone rápidamente el modelo provenzal gracias a la simplicidad de su dibujo y al acierto de los colores (o quizá por ser el que mejor conserva su espíritu tradicional). Es por ello que todos los modelos anteriores a 1760 poseen sus leyendas escritas en francés, y sólo a partir de dicha fecha empiezan a traducirse al italiano y demás idiomas nacionales."[4] 

     Según otra fuente,[5]  antes de 1750, la mayoría de las barajas del Tarot conocidas, si no todas, portaban marcas italianas y esto al parecer sugiere un origen italiano, al menos en Europa. Los nombres franceses con marcas italianas vinieron después. Esta transición puede deberse a que en 1499 Francia conquistó el norte de Italia y probablemente las cartas de Tarot de este estilo fueran copiadas por los invasores franceses y llevadas a su país y posteriormente reimportadas a Italia. Ya en 1590, el italiano Garzoni hace una minuciosa descripción del Tarot que encaja con el actual Tarot de Marsella. Sin embargo, debieron de existir docenas de versiones en Marsella mucho antes de 1700. Si se busca en los libros más antiguos se encuentra que los juegos de cartas son mencionados ya en 1337 en los estatutos de la "Abadía de San Víctor de Marsella". Los "maestros carteros" de Marsella existían mucho antes de la autorización del rey en 1631. Los Tarot más antiguos de Marsella han desaparecido a causa de la enojosa costumbre de la época de reciclar las cartas para convertirlas en tarjetas de presentación. Su verdadero origen hay que buscarlo en las fuentes históricas y referencias indirectas de la Edad Media, ya que no se ha conservado ninguna muestra de un juego más antiguo, manteniéndose únicamente sus imágenes en forma de obras de arte o pinturas. La razón es que el rey de Francia ordenó en el año 1.700 destruir los moldes de fabricación y todos los juegos antiguos. Aunque son relativamente modernas (siglo XVIII) su estilo es intencionadamente medieval por recoger tradiciones y estilos anteriores; su similitud con las vidrieras de las catedrales es debida en parte a recoger la misma simbología y también a causas técnicas, pues dichas vidrieras también se realizaban a partir de moldes de madera. Es el único Tarot de Europa que contiene, en el conjunto de sus cartas, construcciones geométricas especiales y que respeta escrupulosamente las técnicas propias de los Bâtisseurs romans (los constructores de catedrales). Esta geometría sagrada hace intervenir un número particular, 1,6180, llamado número de oro o áureo, y que ha sido encontrado en el arte de la edificación de pirámides, catedrales y templos antiguos.

Tarot de Jean Dodal (París, 1701) 


El Tarot Soprafino, Piamontés o Milanés

  Uno de los Tarot más bellos del siglo XIX fue diseñado por Ferdinando Gumppenberg e impreso por Carlo della Rocca en 1835, dando origen a lo que podría llamarse el Tarot clásico italiano. No fue grabado a partir de planchas de madera como los anteriores, sino con placas metálicas, lo que permitía mayor detalle y precisión en el dibujo, por lo que fue denomina "Suprafino", superfino en italiano. Aunque muy influenciado por el modelo de Marsella se aparta en gran medida de él por derivar de barajas alemanas. En Alemania el interés por el Tarot durante los siglos XVIII y XIX fue notable. La temática era tremendamente variada; cualquier género podía utilizarse, los únicos límites los marcaba la imaginación del editor. Uno de los temas que se utilizaron con mucha asiduidad en los Arcanos Menores fue lo que podríamos denominar de tipo turístico, es decir, se trataba de una serie de barajas en las que se mostraban estampas de la vida cotidiana de distintas ciudades y/o muestras de su folklore, con especial hincapié en los trajes típicos de las distintas zonas.

Tarot Soprafino 

Referencias Bibliográficas.

[1] Cfr. Dicta et Francoise (1982) Tarot de Marsella. Madrid: Lui Carcamo Editor, p. 17. 

[2] Cfr. Ídem; p. 18. 

[3] Cfr. Ídem.

[4] Salas, Emilio (1992) El gran libro del Tarot. Buenos Aires: Intermedio editores, Robin Book,  p. 35

[5] Cabe aclarar aquí que algunos de los datos utilizados en el presente trabajo provienen de un sondeo exploratorio en la web -herramienta valiosa que permite acceder a gran cantidad de información en muy poco tiempo-, pero la gran dificultad de este recurso radica en que es muy difícil remitir a las fuentes primarias ya que la mayoría de los sitios son copias textuales de otros sitios. Y es de sospechar también que el primero de ellos haya plagiado las fuentes sin citarlas adecuadamente; tal vez la cuestión de la autoridad intelectual pueda ser discutida (no así la de la honestidad intelectual), pero omitir las fuentes de dónde se obtiene la información impide a los lectores la evaluación de la validez y confiabilidad de las mismas.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar