Arcanos Mayores

Los arreglos del Tarot

      El Tarot de Marsella se compone de 78 cartas que se denominan Arcanos (secretos). Esas 78 cartas se dividen en 22 Arcanos Mayores y 56 Arcanos Menores.

   Para el estudio de los Arcanos Mayores existen dos modos de abordar el significado de cada una de las cartas: se las toma como unidades de significado independientes o como un patrón de significación progresivo.[1] Cuando nos referimos a la "estructura esotérica" del Tarot o proponemos la metáfora de entender al Taror como un "libro" que compendia la sabiduría esotérica medieval, estamos asumiendo la segunda modalidad de comprensión del Tarot, como una estructura de significación y como una secuencia significante. De todos modos, la Interpretación Estructuralista del Tarot no excluye la Interpretación Analítica, sino que la supone. Por "secuencia significante" entendemos el efecto de significación que el análisis de una "unidad significante", en relación con otra unidad significante, produce sobre la comprensión de la estructura. Cuando consideramos como estructura la secuencia de los 22 Arcanos Mayores, las unidades significantes serán cada una de las cartas; pero cuando consideremos como estructura un Arcano en particular, las unidades significantes serán cada uno de los detalles de su composición pictórica.

   Para comprender la estructura esotérica de los Arcanos Mayores seguimos la tradición, recogida en 1980 por Rachell Pollack[2]  y Salie Nickols[3], que los distribuye en 3 líneas de 7 cartas cada una, quedando la carta del Arcano Sin Número (El Loco) por fuera de ese ordenamiento. Estas 3 líneas nos muestran el camino de la evolución espirirual de la existencia humana desarrollada en 3 niveles diferentes que pueden ser considerados tanto sucesivamente (los 3 septenarios) como simultáneamente (los 7 ternarios). Estos ordenamientos se conocen como los arreglos del Tarot

Los 3 septenarios

1º Septenario: del Arcano I (El Mago) al Arcano VII (El Carro).

Desarrolla el primer nivel de la existencia humana, propia de la intencionalidad de la conciencia, centrada en la realización personal de la vida en sociedad.

Cada una de estas cartas representan las cualidades de la mente humana. 

i - El Mago: La conciencia.

II - La Papisa: El inconsciente.

III - La Emperatriz: La imaginación.

iiii - El Emperador: La racionalidad.

V - El Papa: La conciencia moral.

VI - El Enamorado: La libertad.

VII - El Carro: La voluntad.

El 1º Septenario señala el camino de la realización personal en el plano material y mental, donde el sujeto (El Mago), se constituye en un contexto familiar (La Papisa) a partir de la relación con la madre (La Emperatriz) y de la relación con el padre (El Emperador) que transmite el orden establecido por las instituciones de la sociedad (El Papa), adquiriendo libertad y autonomía (El Enamorado) para lograr el control de su existencia (El Carro). Esta primera línea de los Arcanos Mayores se encuentra signada por las imágenes que representan las estructuras básicas a partir de las cuales el sujeto conforma su subjetividad en un contexto histórico, social y cultural.


2º Septenario: del Arcano VIII (La Justicia) al Arcano XIIII (La Templanza).

Desarrolla el segundo nivel de la experiencia humana, correlativo al plano subconciente de la mente, donde el sujeto realiza un trabajo interno de autoconocimiento de su verdadera esencia, atravesando las formas ilusorias de su personalidad y equilibrando los aspectos duales de su existencia.

Cada una de estas cartas representan leyes universales:

VIII - La Justicia: La ley de causalidad.

IX - El Ermitaño: La ley de la correspondencia.

X - La Rueda de la Fortuna: La ley de los ciclos.

XI - La Fuerza: La ley de la energía.

XII - El Colgado: La ley del péndulo.

XIII - El Arcano sin Nombre: La ley de tranformación.

XIIII - La Templanza: La ley de polaridad.

El 2º septenario señala un camino de evolución espiritual que parte de la necesidad de evaluar las propias acciones (La Justicia) para adquirir la sabiduría (El Ermitaño), la humildad (La Rueda) y el autodominio (La Fuerza), necesarios para sacrificar el propio egoísmo (El Colgado) logrando así la verdadera transformación (Arcano sin Nombre) que lo conducirá hacia una nueva forma de existencia (La Templanza).

3º Septenario: del Arcano XV (El Diablo) al Arcano XXI (El mundo). Representa los Procesos Evolutivos.

XV - El Diablo: Las fuerzas instintivas de la existencia.

XVI - La Torre: Las experiencias de las crisis vitales.

XVII - La Estrella: La comprensión espiritual.

XVIII - La Luna: La búsqueda interior.

XVIIII - El Sol: El reconocimiento de nuestra esencia divina.

XIX - El Juicio: La comunicación con lo trascendente.

XX - El Mundo: La experiencia de unión con el Universo.

Estructura de los 3 septenarios y de los 7 ternarios

Referencias Bibliográficas

[1] Cfr. Pollack, R. (2012) Los setenta y ocho grados de sabiduría del Tarot: Arcanos mayores. España: Urano Vintage, pp. 37-38.

[2] Ídem; pp. 38-40.

[3] Cfr. Nickols, S. (1980) Jung y el Tarot. Barcelona: Kier, pp. 28-39. 

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